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Pensé mucho como escribir sobre la mantequilla, ya que esta pertenece a la familia de las grasas, que ha sido bastante penalizada desde los 80s. Esta familia es demasiado variada y extensa, de hecho, fue el material que más dificultad me dio cuando hice mi especialización en nutrición deportiva; yo también la tenía satanizada, pero poco a poco fui aprendiendo de ella, y se han ido desmintiendo muchos mitos sobre este clan.

Si hay algo definitivo es que existen grasas buenas y otras malas que nos han querido vender como buenas y ahí está el punto que principalmente debemos tener en cuenta.

Les cuento sobre algunas de las familias de los lípidos para que entendamos de la mejor manera. Voy a mencionar solo las principales para que no nos enloquezcamos con tanta teoría.

  • Las grasas SATURADAS, a las que pertenece la mantequilla, son sólidas a temperatura ambiente, elevan el colesterol bueno, ayudan al corazón, y fortalecen el sistema inmune. Aquí encontramos la tocineta, los cortes con grasa de carne roja, y algunas partes del pollo. Por supuesto aquí esta nuestra querida MANTEQUILLA, de la que hablaremos con detalle más adelante.
  • Las MONO-INSATURADAS, son aquellas que son líquidas a temperatura ambiente y solidas en frío, debemos siempre buscarlas PRENSADAS EN FRIO. Ayudan a la pérdida de peso, a combatir la artritis pues lubrican las articulaciones, reducen la grasa abdominal y controlan la cantidad de azúcar en la sangre. Dentro de ellas encontramos el aguacate, las macadamias, el aceite de oliva y las avellanas.
  • Las POLI-INSATURADAS, son aquellas que siempre están liquidas y deben evitar calentarse lo menos posible para que no pierdan sus propiedades, fortalecen los huesos, ayudan al cerebro a producir serotonina y a mejorar el estado de ánimo. Aquí encontramos, el salmón, la trucha, la chía, la linaza.

Todas las mencionadas hasta ahora son supremamente buenas y beneficiosas si son usadas en las cantidades adecuadas. Pero hay una familia que NO es nada buena. Las temidas GRASAS TRANS.

Es tan simple y sencillo como esto, no provienen de la naturaleza y son creadas en su totalidad por el ser humano, generalmente hidrogenadas, el gran problema con estas, es que aunque sepan muy rico como por ejemplo la Nutella, EL CUERPO NO LAS RECONOCE NI LAS SABE PROCESAR, NO SABE ELIMINARLAS y por tanto las acumula, ya que su principal función es guardar cualquier alimento que le damos como un refrigerador para luego convertirlo en energía, pero al no saber como usarlo, se queda ahí acumulado como grasa muy mala que le dará paso a la diabetes, acumulación de grasa abdominal, altos niveles de azúcar en la sangre, enfermedades del corazón y hasta atrofia de la memoria.

En esta familia están las mantequillas que NO son reales, los productos de panadería que usan grasas malas para producirlos, en los fritos de mala calidad, en los esparcibles que usan aceites hidrogenados, en las mayonesas, sour cream, vinagretas y demás productos de góndola. Estas son las que debemos evitar al máximo para cuidar nuestra salud.

Ahora que entendemos y conocemos gran parte de la familia, debemos tener muy presente el origen y proceso que tienen estas grasas.

En nuestro país no se habla un mucho sobre la diferencia de los productos de vacas alimentadas con pasto, y las alimentadas con cuido, que es realmente abismal. Voy a mencionar algunas de las propiedades de los productos de las vacas de pastoreo, para que destaquemos sobre todo que la Mantequilla San Martín es de este tipo de animalitos que muy bien cuidados producen naturalmente su leche y es un alimento REAL.

– Mejora los niveles de colesterol bueno y reduce los del malo

– Ayuda a reducir la inflamación

– Fortalece el sistema inmunológico

– Permiten que las hormonas funcionen de manera correcta (testosterona y estrógeno)

– Equilibran el sistema nervioso

– Es rica en CAROTENOS por eso su intenso Amarillo, que si es real y no TRANS

– Es rica en vitamina K2 que mantiene la salud de los huesos y el corazón, y que no la encuentras en una margarina o en una mantequilla que no sea real.

– Tiene gran cantidad de BUTIRATO (Butter) que promueve la salud intestinal y combate la inflamación en todo el cuerpo y particularmente en el sistema cardiovascular.

Y lo más importante, tienen el perfecto equilibrio entre el Omega 3 y el 6, lo que no tienen las vacas alimentadas con cuido, además es de los pocos alimentos en la naturaleza que contiene MCT (Triglicéridos de cadena media) que permiten que esta sea usada inmediatamente como energía, obvio, no quedándote sentado.

Así que tranquilamente consúmela en las cantidades correctas según tu gasto y necesidades calóricas, la puedes convertir también en GHEE para cocinar, la puedes usar en tu café de la mañana para darte toda la energía y quemar más grasa, esto gracias a los MCT que contiene. Cuando vayas a realizar recetas de repostería o preparaciones, procura que sea mezclada con harina de almendra o de coco para que maximices sus propiedades. Haz de ella tu gran aliado y piérdele el miedo. Témele a las grasas TRANS y vuelve a creer en nuestras raíces, en lo natural.


–  Mamba LaNegra

Marcela Betancur